Director: Leigh Whannell
Guionista: Matthew Fogel
Productores: Leigh Whannell, Corbett Tuck, Rebecca Angelo, Lauren Schuker Blum
Reparto: Christopher Abbot, Julia Garner, Matilda Firth
Título original: Wolfman
Productora: Blumhouse Productions, Motel Movies, Universal Pictures, Waypoint Entertainment. Distribuidora: Universal Pictures
Género: Terror / Suspenso
Escrita por: Daniel Mountain
Blake crece con su padre, Grady, un obsesivo por la disciplina militar que vive en las remotas áreas rurales de Oregón, en inmediaciones de un hermoso valle y el bosque, en donde le enseña a su hijo a cazar en un intento de enseñarle cómo sobrevivir solo. En una extensa introducción vemos como padre e hijo se internan entre los árboles en busca de una presa y rápidamente se encuentran huyendo de un depredador inusual al que a duras penas pueden ver. Grady luego toma notas y habla con un colega suyo desconocido a través de un radio informando que ha visto lo que parece ser una leyenda de conocimiento común en la zona. Lo cual tiene mucho sentido con el texto descriptivo con el que abre la película y que es parte fundamental de la trama. (Hay que prestarle atención).
30 años pasan en un santiamén y vemos a Blake con una familia establecida en Chicago, su esposa Charlotte es periodista y él es escritor, desempleado y se dedica a la crianza de su hija Ginger. El tono emocional que le imprime nos deja ver que su estilo de crianza es radicalmente opuesto al de su padre, pues es amoroso, juguetón y está empeñado en ser una figura protectora para su pequeña. En ello recibe el comunicado que le informa que, tras varios años de desaparición, su padre, Gary, ha sido declarado muerto. En medio del choque por la noticia, convence a su esposa de tomarse unas vacaciones para ir a la granja donde creció a organizar lo que ahora es herencia de la familia. No bien al acercarse a la zona la película nos da varios detalles, además de remota, el sector se encuentra fuera del sistema de carreteras, no hay señal telefónica, electricidad y los locales evitan exponerse al aire libre en la noche: la receta del desastre.
A partir de este momento la película cambia y se vuelve suspenso y terror duro, no hay un minuto para respirar y la sensación de ansiedad es constante, punto positivo para el guion que si bien, retoma uno de los personajes mitológicos más conocidos y utilizados, nunca es plana, no se despega de las bases míticas, pero al mismo tiempo nos presenta una imagen nueva y escalofriante de lo que es un hombre lobo.
Muchas preguntas podríamos hacer sobre el trasfondo argumental y el funcionamiento fantástico del personaje, pero para el desarrollo de la película poco o nada importan. En el transcurso de una noche vemos cómo la vida de esta pequeña familia cambia para siempre sin posibilidad de retorno. Y además nos brinda una perspectiva completamente novedosa al brindarnos el punto de vista de los dos: quien ve a un ser humano convertirse en hombre-lobo, y el pensamiento y visión del hombre-lobo al transformarse en algo completamente desconocido. Muy pocos personajes de reparto aparecen en la película y sólo lo hacen para darnos algo de contexto necesario: Brillante.
Las películas de terror siempre son un reto para el cine, están condenadas a tener dos posibilidades, son un fracaso o son un éxito, muchas veces medible en la cantidad de “jumps” que generan en el público. Este filme, al intentar un acercamiento más directo con la ansiedad que con el susto, se convierte en una obra de arte audiovisual que augura un excelente comportamiento en la taquilla. Los efectos y el maquillaje no dejan que la película tome una dirección irreal y fantasiosa, sino que están finamente utilizados. La música también juega un papel fundamental en el desarrollo de la historia que además de miedo genera nostalgia y ternura en los momentos más críticos.
Además, la película, siguiendo los pasos de Nosferatu nos deja ver que en 2025 ya no es necesario esperar a octubre para ver estrenos de terror excelentemente producidas y que son completamente destacables: Imperdible.
Puntaje: 5.0